Fútbol

Boca sigue con vida pero no depende de si mismo

Boca se llevó un empate ante Junior en Barranquilla que lo deja con vida pero no dependen de si mismo. Ruiz abrió el marcador tras un rebote luego de fallar su penal y después, empató con un tanto en contra tras un centro de Pavón. 

Por el quinto encuentro del Grupo H de la Copa Libertadores 2018, Boca empató 1 a 1 ante Junior de Barranquilla en el Estadio Metropolitano Roberto Meléndez. Bajo un calor que no fue protagonista, como se esperaba en la previa, el Xeneize tenía que ganar para llegar al último encuentro dependiendo de si mismo. Los Curramberos, por su lado, con una victoria sellaban su clasificación a octavos  de final. Desde el arranque, podríamos decir que se jugó como una final. Si bien dominaba el conjunto de amarillo, hubo factores que complicaban esa "superioridad": El árbitro, se convirtió en la principal piedra en el camino. A Carlos Tevez lo tomaron en dos oportunidades en el área, pero para el juez no fue nada. Luego, Pablo Pérez convertía de cabeza y, si bien hubo una brazo arriba de Lisandro Magallán ante un hombre del local, no parecía una situación para anular la jugada y por ende, dejar al Xeneize sin abrir el marcador. Luego, el mismo problema de siempre, el manejo de pelota. No había lider futbolístico, no había orden pero el rival lo dejaba para luego salir de contragolpe aprovechando la velocidad de Yimmy Chará. En una de esas contras, sobre le final, cuando parecía que el empate iba a prevalecer en el primer tiempo, fue Roddy Zambrano el vergudo: Penal inexistente de Frank Fabra y todo queda en los pies de Luis Ruiz. Agustín Rossi adivina el remate, desvía pero da en el palo para cambiar de trayectoria con el arquero en el piso y Ruizo empuja en soledad al gol, mientras los defensores de Guillermo Barros Schelotto observaban en vez de salir a buscar rechazar.

Con bronca e impotencia por sentirse perjudicados, los jugadores se fueron al vestuario. El complemento, fue una falta de respeto a la pelota. Si bien enseguida vino el (Único) aire para el conjunto amarillo, el resto fue algo díficil de ver: Tiro libre por el lado izquierdo de ataque de Boca, al costado del área y es Cristián Pavón el encargado. Puntinazo que Ruiz, ese que había amargado a Rossi y compañía, es el heroe del empate en Barranquilla.

Desde ahí, el partido fue un desastre. No es una nota de opinión ni mucho menos, pero ante cualquier ojo que comprenda este deporte, es el calificativo que mejor le quedaba. El ingreso de Edwin Cardona por Emanuel Reynoso, entendible en parte por lo que puede generar el 10 colombiano. El de Julio Buffarini, entendible en su totalidad por el mal partido de Leonardo Jara y el último, el más esperado seguramente. Sin que eso funcione, a Sebastián Pérez le tocó entrar por un lesionado Wilmar Barrios. Que hasta ahí era el engarcado de bloquear todo intento de Junior. En la balanza, el local fue más, pudo haber logrado la clasificación por ser más acertado en el penultimo pase y errores propios, como un pifie de Rossi.

El punto, es negativo. A este equipo se lo calificó como el de más jerarquía, el candidato. Hoy, con la realidad expuesta, con la mala suerte en las lesiones, los malos resultados anteriores y sobre todo, la derrota ante Palmeiras en casa, está en la cuerda floja y a punto de romperse. Para llegar al otro lado, necesita una mano del Verdao y no fallar en La Bombonera, ante el débil Alianza Lima. No sumó hoy, sigue con la soga al cuello y, si bien primero está la chance de la Superliga y el bicampeonato, serán 15 días infernales hasta el duelo ante los peruanos y, al mismo tiempo, hacer fuerzas ante un ya clasificado conjunto brasilero.

Lee también

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba